martes, 2 de febrero de 2010

El momento mágico ... con tallarines de chocolate



En ocasiones, nos complicamos con recetas complicadas, en las que hay que utilizar ingredientes difíciles de conseguir, con procesos de cocinado complejos y largos ... y resulta que lo más sencillo es lo que más gusta a nuestros comensales. Como soy un goloso incorregible, me gusta entretenerme con nuevas sensaciones dulces, pero si lo pienso bien, mi postre estrella, a juzgar por las reacciones de mis invitados e invitadas, son las natillas, siguiendo la receta de mi abuela y mi madre. Suele ocurrir que cuando sirvo los platos de natillas (platos soperos), y meten la cuchara dentro, la conversación, animadísima unos segundos antes, se corta repentinamente, se hace un hondo silencio y se oye un rumor colectivo de placer, de delectación, algo así como un ronroneo de felicidad; un momento mágico raro que cubre todas mis expectativas como anfitrión.
Por si alguien quiere intentarlo, ahí va esta sencilla y resultona receta. Hay quien dice que las de sobre también están muy buenas; no lo voy a discutir, pero las mías se hacen prácticamente en el mismo tiempo y el resultado es brutal.

NATILLAS DE MI ABUELA Y MI MADRE

1 litro de leche entera
8 cucharadas soperas de azúcar
4 yemas de huevo
4 cucharadas rasas de Maizena
esencia de vainilla (opcional)

Poner la leche y el azúcar a calentar, reservando medio vaso .
Disolver la maizena en la leche reservada de modo que no queden grumos.
Añadir las yemas de huevo y mezclar bien.
Cuando la leche de la cazuela hierve, añadir la mezcla anterior pasándolo por un colador.
Bajar el fuego, remover sin parar y dejar que hierva a fuego lento un poco.
Como opción alternativa, introducida por mí, añadir una cucharada de esencia de vainilla líquida. Yo utilizo la marca Vahiné, que encuentro con bastante facilidad en supermercados de El Corte Inglés.

Aparte de estas natillas de vainilla, a veces las hago de chocolate, naranja o caramelo.

Como me gusta innovar un poco, la semana pasada encontré una receta curiosa, y se me ocurrió que podía ser un complemento divertido para mis natillas.

TALLARINES DE CHOCOLATE

250 ml. de agua
25 gr. de cacao en polvo
20 gr. de azúcar (depende del gusto de cada uno)
3-4 láminas de gelatina

Calentar el agua en un cazo junto al azúcar y el cacao, disolviendo bien.
Poner las láminas de gelatina en remojo durante unos 5 minutos.
Sin que el líquido llegue a hervir, ya que calentamos sólamente para que se disuelva bien la gelatina, añadir las láminas y disolver bien.
Verter en un plato grande y plano o cualquier recipiente que permita extender bien y que tenga un espesor de medio centímetro aprox.
Meter en nevera y dejar que se gelatinice.

En el momento de servir, cortar en tiras similares a los tallarines y decorar las natillas.

Tampoco es la bomba, pero me gusta que la gente se divierta mientras come, se sorprenda, se deje llevar por los sentidos y disfrute al máximo. Así que estos tallarines me parecen un divertimento interesante.


1 comentario:

  1. Vaayaa! pues veo con sorpresa que has hecho muy bien lo que te propusiste, y ademas me has adornado el entorno con una cabecera preciosa y has sacado hasta el tapete de ganchillo para poner la mesa como se merecen esas estupendas natillas. Y lo mejor de todo es que lo has hecho para que disfrutemos , colocandonos unos tallarines que le van de rechupete.
    Asi da gusto venir a tu mesa, y ademas me siento halagada por la invitacion en mano que me has dejado al lado del soufflé.
    Muchas felicidades a tu madre y a tu abuela, y enhorabuena a ti, ahora a seguir pensando como sorprendernos, eso si, sin despistarte de tus examenes, de los que espero el resultado también eh?
    Un besote

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